Somos Sofía, María, María José y Valeria, estudiantes de la Universidad de los Andes de segundo semestre.
Durante una semana tuvimos la oportunidad de vivir una experiencia enriquecedora y única tanto para nosotras como para los niños. Conocimos el voluntariado gracias a una compañera del colegio y decidimos ir a Cartagena una semana a conocer la Fundación Granitos de Paz y a ver que podíamos hacer para ayudar.
Camila Hernández, pedagoga del colegio, nos organizó un horario que nos permitía dictarle clases a algunos niños por las mañanas, y cuidar a los más bebés por las tardes.
Nos dedicamos por las mañanas a dictarles clases de inglés a los más grandes, que están pasando por el curso “pensadores”. Les enseñamos a través de canciones, los animales, las partes del cuerpo y los colores, y cada día nos entusiasmaba y nos motivaba, ver las ganas que tienen los niños de aprender. No solo dentro del salón de clases, sino al salir de las sesiones, los niños mostraban su alegría al haber aprendido un nuevo idioma, y lo manifestaban con sus papás y demás compañeros.
Después de dictarle a tres salones diferentes cada mañana, pasábamos a la sala cuna, donde cuidan a los más bebés.
Pudimos contagiarnos de la alegría y ternura de todos, los ayudamos a comer y a vestirse y compartimos tiempo de calidad con ellos. Nos dimos cuenta de las personas tan maravillosas y entregadas que trabajan por estos niños, y después de esta experiencia se despertó nuestro interés por la Fundación, y por buscar diversas formas de ayudar a todas las personas que pertenecen a barrios como el Olaya Herrera en Cartagena. Agradecemos a las personas que nos ayudaron a vincularnos con la Fundación y esperamos volver pronto.
